Un indicador (término que hace referencia a aquello que indica o sirve para resaltar una determinada cuestión) es un concepto que, por los significados que se le atribuyen, puede ser aplicado en múltiples ámbitos.
Así como puede dar nombre a aquel instrumento que permite llamar la atención sobre algo (como sucede, por ejemplo, con una señal de tráfico, un marcapáginas o una flecha indicatoria), también puede resultar útil en el plano de la química porque se lo entiende como un elemento o dispositivo que puede resaltar un cambio determinado en distintos medios (tal como ocurre, por ejemplo, con el indicador de pH).
Otro tipo de indicador es la proposición (también presentada bajo el nombre de hipótesis indicadora) que, en epistemología, asocia un fenómeno observable con un episodio imposible de observar, mientras que en economía el vocablo se utiliza para elaborar indicadores sintéticos o indicadores parciales para representar la realidad de modo cuantitativo y directo. Como particularidad, se puede citar a los integrantes de la familia Indicatoridae, unas aves del orden Piciformes que se identifican bajo el nombre de indicadores.
Cabe destacar que, además de los indicadores mencionados líneas arriba, también existen indicadores socioeconómicos (conjunto que nuclea a los denominados indicadores de impacto, de efecto y de cumplimiento) y otras expresiones que permiten profundizar en la noción y añadirle una mayor diversidad, entre las cuales se pueden citar a la especie indicadora (grupo biológico que se utiliza como modelo para definir rasgos o particularidades del medio ambiente) y a los denominados indicadores de pobreza, indicadores educativos, indicadores de gestión y a los indicadores de salud.