Una ilusión, además de representar para un ser humano la esperanza o anhelo de conseguir un determinado propósito, es un concepto, imagen o representación sin entidad verdadera que resulta de la imaginación o surge como consecuencia del engaño de los sentidos.
El campo de la psicología, por su parte, entiende a la ilusión como una esperanza infundada que puede ser sinónimo, a escala metafórica, del concepto de espejismo.
Dicen los expertos que han hecho foco en el estudio de las ilusiones que cualquier sentido del cuerpo humano puede ser estimulado y verse afectado por diversas ilusiones, un término que agrupa, de acuerdo a su criterio profesional, a todas las distorsiones de las percepciones sensoriales.
Mientras que, en otros contextos, algunos asocian en primer lugar a esta noción con el arte y la técnica de generar efectos mágicos, otros profundizan su significado y lo clasifican como ilusión mental, ilusión óptica, ilusión auditiva, ilusión del olfato, ilusión del gusto e ilusión del tacto.
También es interesante resaltar que la idea de ilusión óptica ha inspirado muchos contenidos del séptimo arte. Los efectos especiales que enriquecen a muchas películas, por ejemplo, se fundamentan en esta clase de fenómeno, así como la técnica de perspectiva forzada provoca que una maqueta pequeña se luzca en pantalla como un escenario real y de dimensiones gigantes.
Último dato a tener en cuenta sobre el uso de este vocablo: en las finanzas, existe la noción de ilusión monetaria para hacer referencia al resultado de una mala interpretación y/o utilización de los indicadores económicos.