Frente al término gemelo (del latín gemellus) se pueden entender múltiples conceptos. Es posible, por ejemplo, pensar en aquellas criaturas que se originan del mismo óvulo y presentan una estructura genética idéntica, así como también se lo puede asociar al accesorio de vestir que consiste en un pasador que se utiliza para cerrar el puño de una camisa.
En otros contextos, este vocablo puede referir a un músculo que se sitúa en la zona posterior de la pierna, a un anteojo binocular o a títulos de películas y/o materiales literarios. Por ese motivo, a continuación citaremos con precisión las distintas clases de gemelos que se reconocen a nivel general.
Para los individuos que llegan al mundo a través de una única gestación se contemplan dos categorías: la de los gemelos monocigóticos (aquella que surge de un único óvulo y un único espermatozoide que se dividen y originan a dos individuos idénticos) y la de los gemelos dicigóticos (producto de fecundaciones independientes aunque más o menos simultánea que da como resultado dos individuos no idénticos).
En cambio, si se lo evalúa desde el concepto de elemento para la vista humana adquieren relevancia las categorías de gemelos de campo (basado en un doble anteojo que permite visualizar objetos a gran distancia), gemelos de teatro (doble anteojo de poco alcance que, por lo general, se utilizaba en las salas donde se ofrecían espectáculos públicos) y gemelos prismáticos (expresión que da cuenta de una pieza óptica en cuyo interior hay una combinación de prismas que permite ampliar las imágenes enfocadas).