En el diccionario de la Real Academia Española (RAE) se admiten varias definiciones para el concepto de garrafa. A partir de sus diversos significados, se puede deducir que no hay un único tipo de garrafa, por eso en esta ocasión describiremos, a modo informativo, las opciones disponibles.
Se describe como garrafa corchera, por ejemplo, a la vasija que suele utilizarse dentro de una corchera adaptada a las dimensiones específicas del recipiente, formando así un único dispositivo.
Las garrafas de gas, en tanto, son tanques con distintas capacidad de almacenamiento (por lo general, se destinan al uso domiciliario a fin de poder tener el gas necesario para cocinar, para que funcione un calefón, para calefaccionar uno o más ambientes, etc), en cuyo interior hay gas licuado de petróleo. Hay presentaciones de garrafas de 3, 10 y 45 kilogramos, por señalar algunas alternativas.
Al buscar otras posibilidades que amplían el uso de esta noción tampoco se pueden dejar de mencionar a las garrafas descartables de gas helio, productos que se utilizan para inflar globos que se quiere elevar.
En algunos países, además, se acostumbra definir como garrafas a los bidones de plástico donde se transporta agua, por ejemplo, y a los recipientes gruesos generalmente de vidrio en cuyo interior hay algún líquido bebible (llamados damajuana en otras regiones). También hay quienes apelan a la expresión “garrafa térmica” para referirse a los termos, elementos que tienen la capacidad de conservar por cierto tiempo la temperatura de una bebida sin que las condiciones ambientales incidan sobre ella.