Se conoce como ganado al conjunto de animales que cría el ser humano para aprovechar con fines comerciales y explotar de diversas formas los cueros y la carne. La actividad económica que contempla esta práctica y permite obtener productos como lana, huevos y leche es la ganadería.
Cabe destacar que existen varias categorías de ganado, las cuales varían en función de la especie elegida para domesticar y las particularidades del grupo evaluado. Así, pues, se puede hablar de ganado bravo para hacer referencia al ganado no domado o domesticado (como el de los toros de lidia) y de ganado en pie para mencionar al ganado que aún no ha sido sacrificado para el consumo. El ganado en vena, por su parte, es aquel que no ha sido castrado.
Como ya hemos adelantado en el párrafo anterior, además de clasificarlos por las características del conjunto es posible identificar a los ganados de acuerdo a los animales que los integran. De este modo, se bautiza como ganado vacuno al grupo de vacas, toros y bueyes; como ganado ovino al conjunto de ovejas; ganado porcino si se trata de cerdos; ganado caprino cuando se agrupa a cabras y ganado equino si se hace referencia a la cría de caballos y yeguas.
En los Andes prehispánicos, asimismo, se llegó a criar camélidos (entre ellos, la llama, la alpaca, la vicuña y el guanaco) por su carne, su cuero y su lana. Hoy en día, a esa antigua actividad se la recuerda bajo el nombre de ganadería incaica.