Tipos de fibras


Al citar el término ‘fibra’ se puede estar haciendo referencia a distintos elementos, razón por la cual siempre conviene tener presente cada una de sus acepciones para enriquecer el lenguaje e interpretar mensajes de forma correcta.

Por fibra, por ejemplo, se entiende a cada filamento que compone a los tejidos orgánicos de origen vegetal o animal (conocidos como fibras textiles), así como también a las raíces pequeñas de las plantas comestibles que no son digeridas y terminan fermentando en el intestino grueso de los seres humanos (tipo de fibra que se define como alimentaria y puede ser clasificada en base a sus particularidades químicas como soluble e insoluble).

De querer hallar mayores precisiones sobre el alcance de este concepto, entonces hay que profundizar en las nociones de fibra de vidrio, fibra sintética, fibra óptica, fibra nerviosa y fibra muscular.

Sobre la fibra de vidrio se puede destacar su propiedad de aislante térmico y su capacidad de soportar temperaturas elevadas (dos condiciones que vuelven a este material ideal para usos industriales), mientras que de la fibra sintética se puede resaltar su origen a partir de la celulosa, el petróleo y los minerales.

La fibra óptica, por su parte, es un hilo de material transparente a través del cual es posible transmitir información a grandes distancias, así como la fibra nerviosa es un conjunto, reconocido por la anatomía, de axones y la envoltura que los rodea. De hacerse referencia a las fibras musculares, entonces se habla de cada una de las células contráctiles que conforman los músculos.