Varios significados posee en español el concepto de férula. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), además de existir una planta umbelífera conocida también como cañaheja, la idea de férula se suele asociar al poder despótico. Los médicos, por su parte, aprovechan el término para identificar a las tablas resistentes pero maleables que se utilizan en diversas partes del cuerpo en caso de fractura, luxación o deformidades a fin de inmovilizar la zona. En otros tiempos, en tanto, la férula era un elemento de castigo generalmente de cuero o madera con el cual se golpeaba a los estudiantes.

Si nos centramos en sus aplicaciones terapéuticas, encontraremos férulas de uso provisorio y otras de utilización prolongada. Es posible hallar una amplia variedad de alternativas al respecto que se distinguen entre sí por su material de fabricación, su estructura y el área a cubrir.

Para la zona del rostro, ya sea para cuestiones vinculadas a la nariz y al interior de la boca, se tienen en cuenta opciones como la férula interdentaria (usada en casos de fractura del maxilar inferior), la férula bucal, la férula intranasal de Carter (ayuda a la corrección del puente nasal), la férula de Asch (empleada en intervenciones quirúrgicas de nariz), la férula de Gilmer (para piezas dentales inferiores), la férula de Watson-Williams (para fracturas nasales óseas) y la férula de Gunning (un tipo de férula interdental).

Destinadas a las extremidades son las férulas en aeroplano (en especial, del brazo), las férulas de coaptación, la férula de Anderson (para fijar de manera externa las fracturas), la férula de Böhler-Braun (de metal, para el fémur), la férula de Cramer, la férula de Stader, la férula bávara y la férula de Dupuytren, por mencionar algunas a modo de referencia.