A los líquidos residuales que proceden de alguna planta industrial se los conoce como efluentes, de acuerdo a la teoría. Se trata de una temática de amplio alcance que, para los expertos en Hidrología, está asociado a todo curso de agua que se desprende como una derivación más pequeña de un río o un lago, ya sea de manera natural o como consecuencia de una maniobra artificial.

Los efluentes industriales, compuestos por diversas clases de tóxicos, constituyen un gran foco de contaminación, por eso es fundamental someterlos a un tratamiento de depuración para minimizar su impacto ambiental y reducir el riesgo que representan para la población. Ácidos, detergentes, microorganismos patógenos y metales son parte de la peligrosa composición de los líquidos que llegan a los cursos de agua. Los efluentes domiciliarios, por su parte, también requieren un sistema especial para tratar estos desechos antes de que se descarguen en lagos y ríos y arruinen las aguas.

Cabe destacar que el área y la actividad donde se generan son otros criterios que se tienen en cuenta a la hora de clasificar los efluentes. Según se desprende al buscar información al respecto, hay efluentes vitivinícolas, efluentes agrícolas, efluentes frigoríficos, efluentes hospitalarios, efluentes metalúrgicos, efluentes pesqueros y efluentes textiles, por enumerar algunos a modo de referencia.

Por otra parte, el análisis del contenido de los efluentes da lugar a la segmentación de efluentes orgánicos y de efluentes inorgánicos, además de permitir identificar en base a su presentación y consistencia a los efluentes líquidos, sólidos y gaseosos.