En Tipos.com.mx ya hemos ofrecido información sobre las diversas clases de ecosistemas y ampliamos el tema haciendo alusión a los ecosistemas terrestres. Hoy, les proponemos aprender más al respecto focalizando los datos en las características de los ecosistemas acuáticos.

Como sabrán muchos de ustedes, estos ecosistemas se caracterizan por tener un cuerpo de agua (que puede ser desde una laguna hasta un océano) como biotopo. Muchos organismos y especies conviven en estos ambientes: desde peces e insectos hasta plantas.

Si los analizamos en función de sus rasgos distintivos, podemos señalar tres modalidades: ecosistemas de agua dulce, ecosistemas estuarios y ecosistemas marinos (que comprenden los hábitats relacionados a los océanos y mares, en los cuales la riqueza y variedad de organismos vuelve atractiva a la pesca). Dentro del primer grupo mencionado, además, los expertos identifican otras subcategorías en función del movimiento del agua. Así entonces se trabaja sobre los ecosistemas lóticos (el agua corre, como sucede en los manantiales, arroyos y ríos), los ecosistemas lénticos (con aguas quietas o de caudal escaso, como en los embalses, estanques, pantanos y lagos) y los ecosistemas de humedales (en los cuales el suelo presenta una gran saturación de agua durante un cierto periodo del año).

Cabe recordar que, en todos estos ecosistemas, es posible hallar múltiples factores bióticos y otros tanto abióticos que influyen en el ambiente. El viento, la luz solar, la temperatura, las algas, las piedras, los microorganismos y los peces, por detallar algunos ejemplos fáciles de identificar, en este marco, logran una equilibrada convivencia armónica.