Los expertos en Física conocen como densímetro a una clase de instrumento que permite establecer el peso específico o la densidad tanto de un líquido como de un sólido.

Esta herramienta de medición que brinda la posibilidad de trabajar sin que sea necesario determinar de modo previo el volumen y la masa del objeto analizado por lo general se fabrica con vidrio e incluye en su extremo un bulbo de peso considerable tras un cilindro hueco a fin de garantizar su flotación en sentido vertical. Entre la amplia variedad de profesionales que hace uso de este recurso aparecen los enólogos, quienes apelan al densímetro para indicar en qué etapa de fermentación se halla el vino evaluado.

Hay, de acuerdo a los expertos, muchas clases de densímetros. Cuando se busca comprobar qué densidad tiene la leche, por ejemplo, se emplea un galactómetro (también conocido con el nombre de lactómetro). De necesitar una medición de concentraciones en una cierta disolución, en cambio, se utiliza el aerómetro con escala Baumé, mientras que para medir la densidad de una sal se recomienda al salímetro. La cantidad de azúcar presente en una melaza, en tanto, se determina con un sacarómetro.

Más allá de las modalidades mencionadas líneas arriba, es importante tener en cuenta la existencia de densímetros automáticos, densímetros para baterías, densímetros nucleares, densímetros caseros (para realizar experimentos sencillos en el hogar y obtener resultados propios de un laboratorio) y de densímetros eléctricos, entre otros instrumentos que permiten conocer la densidad de diferentes clases de sustancias.