Se conoce como deber a una obligación que se tiene en distintos ámbitos para cumplir una ley, una orden, un encargo o un pedido puntual.
Durante la etapa escolar, por ejemplo, los niños y jóvenes deben realizar a diario deberes, es decir, tareas que los maestros les encargan a los alumnos para practicar en el hogar los contenidos aprendidos en clase. Hay deberes de Matemática, deberes de Lengua, deberes de Ciencias Sociales, etc.
Los deberes morales, en cambio, abarcan acciones, conductas y modos de actuar coincidentes con el respeto en nuestras propias creencias y el camino del bien. De no cumplir con estos deberes morales, muchos seres humanos sienten un peso de conciencia por traicionar o no actuar en base a lo que sabemos que es lo correcto y que está estrechamente asociado con la ética.
Los creyentes, por su parte, cumplen deberes religiosos acordes a la fe que tengan y a los mandamientos y principios que la rigen. Los católicos, por señalar un caso puntual, tienen el deber de colaborar con las necesidades de la Iglesia y cultivar los valores de la solidaridad, el respeto por el prójimo y la justicia social. Las parejas que se unen en matrimonio y confirman su unión ante los ojos de Dios, asimismo, deben cumplir deberes conyugales que tienen como base el amor, el respeto y la ayuda mutua.
Más allá de los mencionados, es interesante tener en cuenta la existencia de los deberes constitucionales, los deberes laborales, los deberes tributarios, los deberes jurídicos, los deberes individuales, etc.