Un disco compacto suele conocerse como CD por la expresión inglesa “compact disc”. Se trata de un dispositivo de almacenamiento de información que tiene diferentes características según su uso.
Un tipo de CD es el CD de música. En este caso, el CD almacena archivos sonoros que pueden reproducirse en una computadora (ordenador) o en un equipo de audio. Durante muchos años, los CD de música fueron la forma más popular de difundir y comercializar las obras de cantantes y grupos musicales.
Otro tipo de CD es el CD de software que se ejecuta en una computadora. Estos discos albergan archivos informáticos que permiten la instalación de un programa o la ejecución de un juego. Un procesador de texto o un simulador de carreras pueden distribuirse en un CD de este tipo.
También es posible diferenciar entre un CD grabable y un CD re-grabable. El primer tipo de CD es un CD virgen en el que pueden almacenarse diferentes datos digitales. Una vez que el CD es grabado, copiado o quemado, sus datos no pueden modificarse. En el CD re-grabable, en cambio, los datos sí se pueden editar o incluso borrar en diferentes sesiones.
Cabe destacar que en estos CD que se comercializan “vacíos” pueden almacenarse distintas clases de archivos o documentos. Así, es posible guardar una película para que este tipo de CD se reproduzca en un dispositivo que permita visualizar el filme en cuestión. Si en el CD se registran documentos de trabajo, se creará un tipo de CD de utilidad en una oficina o en una empresa.