Quien completa la carrera de Derecho está habilitado para ejercer como abogado. Esta actividad permite defender a alguien a nivel jurídico, ya sea en un conflicto con personas físicas o que involucre a instituciones, empresas, etc.
Como hay muchas ramas del Derecho, existen también distintas clases de abogados. De surgir inconvenientes que afectan a un trabajador, por describir una posibilidad, intervienen los abogados laborales, así como en temas referentes a parejas e hijos adquiere relevancia la figura del abogado de familia. Los abogados penalistas, en tanto, asumen defensas en casos de delitos, donde se presentan a la Justicia pedidos de eximición de prisión, de excarcelaciones y Habeas Corpus, por describir algunas posibilidades a modo de referencia.
Se habla de abogado general, asimismo, en el ámbito judicial de la Unión Europea, donde identifica al legista que analiza la causa ya terminada y presenta una resolución específica. Los abogados fiscales, por su parte, son aquellos que poseen un grado inferior en la carrera de fiscal.
Resulta interesante destacar además que la expresión “abogado del diablo” se utiliza para describir el rol defensor de aquel que apoya una postura o acción aún cuando no confía ni cree en la versión dada por la persona salvaguardada.
De buscar otras clases de juristas, se podrán identificar las variedades de los abogados de oficio, los abogados del Estado, los abogados ambientalistas, los abogados pro bono (llamados también Ad Honorem) y de los abogados integrantes (expresión empleada en Chile para identificar a los miembros de una Corte), por enumerar más alternativas.