Se define como nanotecnología a la especialidad científica que trabaja con materiales y estructuras cuyas magnitudes se miden en nanómetros y se aplican a la Física, la Química y la Biología.

Con el avance de esta tecnología han surgido nuevos conceptos y múltiples aplicaciones, muchas de las cuales describiremos a continuación para facilitar la comprensión de este campo y sus diversas ramificaciones.

Al respecto, resulta importante señalar que esta ciencia que beneficiará la detección y control de plagas, el tratamiento de aguas y el almacenamiento, la producción y la conversión de energía puede abordarse desde la denominada nanotecnología avanzada (también llamada fabricación molecular), la cual refiere a la ingeniería de nanosistemas que opera a escala molecular para realizar productos manufacturados a partir de átomos.

De la nanotecnología también se desprende la nanobiotecnología, la cual posee aplicaciones y usos biológicos y bioquímicos ya que, por ejemplo, analiza elementos presentes en la naturaleza para comprobar si es posible, o no, elaborar a partir de ellos distintos dispositivos.

Además, los conocimientos propios de la nanotecnología pueden favorecer los procedimientos vinculados a la salud gracias a la nanomedicina y enriquecer al ámbito de la electrónica desde la nanoelectrónica.

Cabe resaltar, por otra parte, que la nanoescala también le permite a los expertos diseñar productos y sistemas propios del campo de la ingeniería por medio de la nanoingeniería, así como consigue impulsar, en otro contexto, a la nanoquímica.

Por último, es interesante resaltar que la consolidación de la nanotecnología a nivel mundial ha desencadenado la creación de un concepto moderno que agrupa a las teorías y fundamentos que rigen la investigación, el desarrollo y la utilización de esta clase de tecnología: el denominado nanosocialismo.