La nutrición es la acción y el efecto de nutrir, es decir, de proporcionar alimentos para incrementar el volumen de los organismos animales y vegetales y mantener un equilibrio que les permita subsistir.
Este proceso vital para todo ser vivo puede ser clasificado de diversas formas en función del modo en el cual se desarrolle y a qué clase de cuerpo favorezca.
En primer lugar, hay que resaltar que la nutrición puede ser autótrofa o heterótrofa. La primera opción es exclusiva de aquellos organismos que poseen la capacidad de producir su propio alimento y, por lo tanto, se alimentan por sí mismos, mientras que la restante abarca a los seres que necesitan de otros para nutrirse.
Una vez que se comprende esta diferencia, es posible profundizar en el concepto y reconocer múltiples variantes, entre las que se encuentran la nutrición animal y la nutrición humana.
También es posible distinguir a la nutrición parenteral (desarrollada por vía endovenosa para suministrar los nutrientes básicos) y a la nutrición enteral (técnica basada en la administración de sustancias nutritivas por medio de una sonda), además de descubrir conceptos poco extendidos en relación a la nutrición como lo es, por ejemplo, la noción de nutrición deportiva. En este grupo mencionado en último lugar, existen especialidades como la nutrición dirigida a quienes realizan ejercicios aeróbicos, la que apunta a los deportistas de exigencias anaeróbicas y la nutrición culturista, la cual fue diseñada para hacer foco en las necesidades concretas de los atletas que trabajan para potenciar su musculatura.