La teoría presenta al totalitarismo como la doctrina, la ideología y el régimen político que tuvieron lugar a lo largo del siglo XX bajo la modalidad de un Estado que, en un partido único, concentra todo el poder y domina de manera coactiva los vínculos sociales a través de un pensamiento oficial.

Según se advierte al repasar los usos y aplicaciones que ha tenido esta noción en diferentes momentos históricos, existen muchas modalidades y clases de totalitarismo, algunas de las cuales vamos a detallar a continuación a modo informativo. Para algunos, el totalitarismo de perfil conservador está representado por los sectores de ultraderecha, mientras que, por otra parte, al aludir al fascismo italiano gana relevancia el totalitarismo que se centra en el Estado. Francisco Franco, por agregar más datos sobre el tema, impulsó un régimen de carácter autárquico que, de un totalitarismo de orden fascista, pasó a convertirse en una dictadura.

Desde la perspectiva del historiador francés Stéphane Courtois, el totalitarismo de clase no pone en marcha los mismos mecanismos de exclusión y segregación que el denominado totalitarismo de raza. El escritor, filósofo y politólogo Sheldon Wolin, asimismo, publicó una obra en la cual hizo foco en la posibilidad del surgimiento del tecnofascismo y del totalitarismo invertido como presentaciones nuevas del totalitarismo convencional.

El multifacético Jean-François Revel, en tanto, después de haber sido un militante socialista terminó por atacar fuertemente al totalitarismo soviético.

Lejos de todas estas interpretaciones y categorizaciones, el filósofo francés Jean-François Lyotard señaló en su libro titulado “La condición postmoderna” su predilección por reemplazar el totalitarismo de las metanarrativas mediante una multiplicidad de narrativas pequeñas capaces de competir entre ellas.