La teoría indica que todo aquello que sirve para sintetizar puede describirse como sintetizador. Además, este vocablo identifica a un instrumento musical de carácter electrónico que puede generar sonidos de diversa intensidad y frecuencia y mezclarlos con armónicos para lograr efectos sonoros únicos o imitar los sonidos de múltiples instrumentos convencionales.

Al buscar equipos para tomar como referencia encontramos sintetizadores análogos como los Moog, cuyo nombre alude a la empresa que los desarrolla y comercializa. La variedad incluye, entre otras opciones que fueron apareciendo a lo largo de los años, al minimoog, al micromoog y al multimoog. En la firma Casio, en tanto, encontramos sintetizadores basados en la síntesis por distorsión de fase como los que integran la serie VZ y sintetizadores por distorsión de fase como la serie CZ. Si viajamos en el tiempo, también lograremos descubrir los rasgos distintivos de los antiguos sintetizadores aditivos, de los sintetizadores polifónicos que nacieron en Estados Unidos y el territorio alemán, de los sintetizadores substractivos y de los sintetizadores modulares portátiles, por enumerar varios.

Por otra parte, es interesante resaltar la existencia de los sintetizadores de frecuencia, los cuales en función de las características que presenten pueden enmarcarse en el grupo de los sintetizadores directos (un sistema capaz de formar frecuencias de salida basándose en las operaciones aritméticas esenciales) o en el de los sintetizadores indirectos (aquellos que emplean al menos un oscilador controlado por tensión para no quebrar el enganche con la frecuencia de referencia).

Los sintetizadores de voz y los sintetizadores de software son otras categorías a tener en cuenta al momento de analizar la variedad y diversidad existente en materia de sintetizadores.