El concepto de resguardo, de acuerdo a la teoría, se vincula a la idea de ponerle custodia a algo o a alguien para preservarlo y mantenerlo bajo condiciones de seguridad.

Al buscar las aplicaciones de esta palabra uno descubre, por ejemplo, la existencia de una institución de origen colonial conocida como resguardo indígena. En territorio colombiano, por señalar un caso específico, existe el resguardo indígena Cañamomo y Lomaprieta.

Las maquinarias, por su parte, poseen elementos denominados resguardos de seguridad que, por medio de barreras materiales, ofrecen protección. Hay en este marco resguardos fijos asegurados con tuercas, tornillos o soldaduras; resguardos móviles que no requieren herramientas para ser quitados; resguardos regulables y resguardos autorregulables. Para tornos, en cambio, existen piezas específicas que se dividen de acuerdo a sus características en categorías como las de los resguardos de plato (conformados por resguardos de diversos materiales y de carácter móvil), resguardos de torre y plato conjuntos y resguardos independientes de torre y plato.

Al trabajar con un equipo informático, en tanto, hay que ocuparse del resguardo de información para evitar que los datos se pierdan a raíz de alguna falla o que cualquier persona acceda a ciertos contenidos. Para conseguir este propósito se recomienda realizar copias de seguridad y encriptar información para que los extraños no puedan acceder a ella.

El resguardo policial, el resguardo aduanero, el resguardo fiscal, el resguardo jurídico, el resguardo provisional de bienes, el resguardo de fronteras, el resguardo con dispositivo de enclavamiento, el resguardo de pertenencias y el resguardo de retención son otras de las numerosas clasificaciones que demuestran el amplio y diverso alcance de este término.