El concepto de oleaginosa (tanto en femenino como en masculino), señala el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se utiliza para describir a aquello que se caracteriza por tener una consistencia aceitosa. Las plantas oleaginosas, en este marco, son vegetales con frutos o semillas de los cuales se extrae aceite, ya sea para uso industrial o con fines de alimentación.

Entre las oleaginosas que más se siembran a escala mundial, de acuerdo a las estadísticas, aparecen el girasol, el lino, el maní, el maíz y la soja, por enumerar las plantas más elegidas a modo de referencia.

Es interesante destacar asimismo que, para poder extraerles el aceite, a las semillas oleaginosas se las puede tratar por medio de dos sistemas: uno mecánico y otro que contempla el empleo de disolventes.

De buscar más referencias que ayuden a profundizar los conocimientos al respecto, podremos descubrir por ejemplo las propiedades del piñón manso, una planta oleaginosa que se caracteriza por tener porte arbustivo, mientras que la colza tiene la particularidad de ser de temporada invernal (es decir, crece y se desarrolla en un contexto de temperaturas bajas) y tener alto rendimiento al ser cultivada ya que puede producirse junto a la soja, un alimento de elevado valor nutricional. El cártamo (también conocido como alazor), por su parte, pertenece al conjunto de las oleaginosas de cultivo anual, así como la higuerilla es señalada como una oleaginosa fácil de cultivar debido a su gran poder de adaptación frente a diversas condiciones de terreno y ambiente.