Se conoce como magnesio a un elemento químico con múltiples aplicaciones prácticas que suele encontrarse de manera abundante en la corteza terrestre. Como se trata de un concepto empleado en numerosos ámbitos, a continuación ofreceremos información sobre las diversas formas de clasificarlo.
Cuando se sintetiza la bacterioclorofila, por detallar un caso puntual, adquiere relevancia una enzima llamada magnesio quelatasa capaz de catalizar la inserción de un ion magnesio en un anillo de protoporfirina IX.
En su presentación pulverizada, en tanto, el magnesio resulta altamente inflamable, así como también es interesante resaltar que el magnesio es administrado por vía intravenosa o inyecciones en pacientes que presentan diferentes patologías, como ocurre en la preeclampsia, por ejemplo. Hay que tener en cuenta que el magnesio es fundamental tanto para la vida vegetal como animal ya que está relacionado a la formación de tejidos, a la relajación muscular y a la formación de anticuerpos. Su carencia, por lo tanto, desencadena un gran número de trastornos que afectan la salud, por eso es necesario incluir en la dieta productos como lentejas, garbanzos, nueces, trigo y almendras ya que son fuentes ricas en magnesio.
El carbonato de magnesio en polvo, por otra parte, se recomienda en casos de acidez estomacal y como laxante, así como el magnesio líquido suele ser tenido en cuenta por quienes hacen deporte para evitar calambres y otros malestares durante el entrenamiento. Asimismo, hay personas que apelan al cloruro de magnesio ya sea en comprimidos o en versión cristalizada para combatir la fatiga y contribuir al normal funcionamiento del sistema nervioso, entre otras cuestiones.