Entre todos los grupos que existen al pensar en congregaciones de personas, aparecen como alternativa a tener en cuenta los grupos sociales.

La teoría establece que un grupo social se forma cuando se nuclean varios seres humanos con intereses comunes que asumen funciones recíprocas o roles en el marco de una sociedad.

Las ideologías, las creencias, las costumbres, los estilos de vida, los pasatiempos y los sueños son parte de las cuestiones que influyen a la hora de describir a un grupo social.

A lo largo de su vida, el ser humano comienza a ampliar su círculo de contacto integrando diferentes grupos sociales. Al respecto es importante señalar que, a nivel general, se distinguen dos categorías: una llamada grupo social primario (también conocido como grupo social informal por no regirse a partir de regulaciones escritas, donde aparecen los familiares y los amigos más cercanos que acompañan a la persona en buenos y malos momentos) y otra definida como grupo social secundario (o grupo social formal porque hay estatutos o reglamentos que controlan y estipulan la conducta de cada uno de sus integrantes, donde no se valoran los vínculos afectivos sino el cumplimiento de metas de manera conjunta, como sucede por ejemplo en un centro de estudiantes, una asociación vecinal, un sindicato, etc).

Al profundizar en esta temática, descubrimos además que no todos los grupos sociales están abiertos a cualquier individuo: el género, la profesión, el poder adquisitivo y la edad suelen ser barreras que impiden a alguien ser parte de un cierto grupo social.