Si en una playa decidimos contemplar el mar, seguramente encontremos un bello paisaje basado en olas, arena… y gaviotas. Estas aves palmípedas habitan en las costas y se alimentan con peces que capturan en el océano.

Hay varias familias de gaviotas, cuyos ejemplares se caracterizan por tener particularidades que permiten diferenciarlos de otros grupos.

La gaviota americana, por ejemplo, es grande y suele habitar en América del Norte, mientras que la gaviota austral se deja apreciar en Argentina y en Chile.

A la gaviota de Bonaparte que pertenece a la familia Laridae, en tanto, se la puede ver anidar en Canadá y en Alaska, pero pasar el invierno en regiones más templadas de América Central, las Antillas y América del Norte.

De las Islas Galápagos es endémica la llamada, justamente, gaviota de las Galápagos, también conocida como gaviota de cola bifurcada, mientras que el Ártico es el sitio elegido por la gaviota marfil para reproducirse.

Al buscar mayor información sobre estas aves, descubrimos asimismo la existencia de la gaviota maorí (propia de Nueva Zelanda), de la gaviota andina (vive en Ecuador, Argentina, Chile, Bolivia y Perú), del gavión atlántico (considerado a nivel mundial como una de las gaviotas de mayor tamaño), de la gaviota plateada (muy común en territorio australiano aunque también se han detectado ejemplares en Nueva Zelanda y el archipiélago de Tierra del Fuego), de la gaviota patiamarilla (algunos expertos la señalan como una subespecie de la gaviota del Caspio, mientras que otros la vinculan a la gaviota argéntea) y de la gaviota garuma (miembro de la familia Laridae que es autóctona de América del Sur), por agregar otras especies que ayudan a conocer más a estos animales.