Los aires acondicionados son equipos que permiten ambientar de forma artificial un lugar o espacio cerrado con determinadas condiciones de temperatura y humedad. Este proceso ofrecido por distintos sistemas puede servir tanto para la refrigeración como para la calefacción, así como para la deshumidificación del aire.
De acuerdo a las características de cada equipamiento y a sus funciones, tanto los expertos como los usuarios pueden tener a su disposición numerosas alternativas en materia de aires acondicionados. Como consecuencia de la amplia oferta, es posible hallar aires acondicionado de distintos precios, tamaños, tecnología y complejidad de funcionamiento.
Hay, por ejemplo, sistemas autónomos y otros centralizados, mientras que otras clasificaciones permiten reconocer equipos de expansión directa y opciones de expansión indirecta.
Los primeros se caracterizan porque el refrigerante se expande dentro del serpentín de los equipos. En este grupo están las maquinarias compactas autocontenidas y los sistemas divididos denominados split system que son enfriados por aire a través de un condensador.
Por su parte, los de expansión indirecta se benefician de una unidad enfriadora de agua. En estos equipos que pueden tener conductos o individuales verticales, el serpentín trabaja con agua fría.
Cabe destacar que, por lo general, como método de refrigeración se suele utilizar la compresión mecánica y, desde los últimos años, se ofrecen sistemas que optimizan el consumo de energía. Producto de la necesidad y el deseo de cuidar el planeta, pues, se han desarrollado las nociones ecológicas de aire acondicionado solar (placas térmicas que proveen energía) y aire acondicionado vegetal (basado en la evapotraspiración).