En el marco de la actividad económica adquiere un gran protagonismo la idea de finanza. Este concepto abarca cuestiones vinculadas a la acumulación de capital destinado a inversiones y ahorros, es decir, a la administración o gestión del dinero y a las operaciones entre personas, empresas y/o Estado donde hay alguna moneda involucrada.

A nivel gubernamental, las transacciones se engloban dentro de la noción de finanzas públicas. Aquí se pueden distinguir gastos de consumo gubernamental (ocasionados por la compra o contratación de servicios y bienes de uso cotidiano), inversiones públicas (gastos generados para lograr beneficios o mejoras sociales) y pagos de transferencia (transferencias de dinero para cubrir gastos y pagos en la esfera estatal).

Las finanzas corporativas, en cambio, giran en torno a medidas, técnicas y estrategias monetarias propias de una empresa para solventar gastos, crecer, mantenerse en el mercado y ampliar su capital tanto a corto como a largo plazo.

De analizar el campo de estudio de la llamada Economía Financiera, por otra parte, se descubrirán las características de las finanzas internacionales, ámbito en el cual deben tenerse en cuenta el riesgo cambiario y el riesgo político, entre otras cuestiones.

Distinto es el caso de las denominadas finanzas colaborativas, una modalidad de gestión financiera y negocios donde diferentes individuos concentran esfuerzos económicos para colaborar de manera masiva con una causa determinada sin que se deba involucrar a una entidad financiera convencional. Las finanzas estructuradas, asimismo, son aquellas que están respaldadas por sistemas o estructuras que contribuyen a brindar mayores fuentes de financiación o más liquidez a determinados mercados.