Muchos escritores estampan su firma cuando dedican su libro a un lector, al igual que lo hacen sobre camisetas o balones numerosos deportistas de fama mundial. Además, todos los seres humanos que saben leer y escribir deben poner su firma al realizar diversos trámites y documentaciones.
Un papel con firma en blanco es aquel que tiene el espacio reservado para que alguien lo complete con sus datos. Gracias al avance de la tecnología, a lo largo de los años se pudo lograr que además de firmas de puño y letra (manuscritas) existan las firmas electrónicas simples, las firmas electrónicas avanzadas y las firmas digitalizadas. Dentro de este último grupo se distingue según los métodos empleados entre firmas digitales con o sin árbitro, firmas con curvas elípticas, firmas digitales con apéndice, etc.
Cabe destacar que, cuando en un documento oficial no se incluye el nombre de pila, se considera la existencia de una media firma.
Por otra parte, este vocablo se emplea como sinónimo de empresa, compañía o comercio. De ahí que se diferencie entre firmas internacionales, firmas nacionales y firmas extranjeras, por mencionar las alternativas más comunes. Asimismo, a los estudios jurídicos se los suele definir como bufete o firma de abogados.
Cuando se trata de una persona de crédito, en tanto, adquiere relevancia la idea de buena firma, mientras que si carece de crédito se habla de mala firma.
Los expertos en Astronomía, por su parte, definen como firma espectral al comportamiento de un objeto que permite identificarlo a través de la combinación de radiaciones electromagnéticas que emite, refleja o absorbe.