La idea de electricidad está muy presente en la vida de una gran cantidad de personas por las múltiples aplicaciones que posee este fenómeno: desde poder prender una bombilla de luz y activar distintas señales lumínicas hasta activar motores de vehículos y maquinarias, además de la utilización cotidiana de electrodomésticos, entre otras alternativas. Sin embargo, no siempre se saben las características de las diversas formas de electricidad existentes: por esa razón, hoy haremos alusión a las categorías que amplían el alcance de este valioso recurso.
Antes de dar paso a las descripciones correspondientes, conviene recordar que, para los expertos en Física, se trata de una propiedad esencial de la materia manifestada a través de la repulsión o atracción entre sus partes, así como también es la modalidad de energía que se basa en esta condición.
Cuando se evidencian en un cuerpo cargas eléctricas en estado de reposo, por señalar una posibilidad, se la cataloga como electricidad estática, mientras que la energía eléctrica que se emplea en los hogares para el desarrollo de tareas cotidianas como cocinar, limpiar o lavar recibe la denominación común de electricidad doméstica.
Al profundizar en este tema, asimismo, surgen como alternativas las clasificaciones de electricidad positiva (también conocida como vítrea) y electricidad negativa (o resinosa).
La energía renovable, como la eólica y la mareomotriz por señalar dos opciones que se logran aprovechando fuentes naturales inagotables (razón por la cual se las considera amigables con el medio ambiente), se conoce además como electricidad verde por ser un recurso sostenible.