En muchas publicaciones impresas hay páginas que se reservan a los juegos. Y allí aparecen, entre otros pasatiempos, los crucigramas. También, para los más aficionados, existen revistas compuestas íntegramente por estos desafíos que invitan a llenar espacios vacíos en horizontal y vertical con las palabras deducidas de diferentes referencias. Quienes deseen encontrar precisiones sobre los crucigramas y conocer (o recordar) sus variedades tendrán en este artículo mucha información de interés.

A la hora de animarse a completar un crucigrama, cualquiera de nosotros puede optar por resolver un autodefinido (con definiciones incluidas junto a la grilla a completar), un crucigrama blanco (sin casilleros negros, que deben ser pintados por el propio jugador según corresponda) o un crucigrama silábico (a diferencia de los tradicionales, en cada casillero se ubican sílabas en vez de letras).

De querer aprender o mejorar un idioma nuevo, en cambio, la mejor opción es el denominado crucigrama translator, mientras que aquellos que desean los desafíos complejos encontrarán atractivo al crucigrama críptico, una versión donde la resolución parte de una frase con indicios.

Otra propuesta para ejercitar la mente es el crucigrama con personajes, en el cual se incluye la imagen de una personalidad para completar la grilla con información relacionada a ella. Si se dominan bien los cálculos y la Matemática, los crucigramas numéricos también pueden cautivar a personas de todas las edades.

Es posible, asimismo, encontrar diferentes tipos de crucigramas en Internet. Muchos de estos pasatiempos virtuales son gratuitos y permiten seleccionar distintos niveles de complejidad, entre otras variables para mejorar la experiencia de juego.