El concepto de cotorra, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), se aprovecha para describir a diferentes clases de aves. Se puede usar este término como sinónimo de urraca, de papagayo de pequeñas dimensiones y para hacer alusión a una especie prensora americana que presenta mejillas recubiertas por plumas y su cola y sus alas alargadas y puntiagudas.

En un lenguaje informal, asimismo, se define como cotorra a las personas que suelen hablar mucho y sin pausa, mientras que en México este adjetivo da cuenta de que algo es interesante y bonito, y en Uruguay se aprovecha para hacer alusión a una habitación sencilla. En suelo colombiano, en tanto, existe en el departamento de Córdoba un municipio bautizado como Cotorra.

Si centramos la atención en las aves, reconoceremos además a la cotorra argentina (también conocida como cotorrita verdigris o cotorra monje), a la cotorra serrana occidental (especie en peligro de extinción), a la cotorra alejandrina (originaria del sur asiático), a la cotorra ciruela (propia del subcontinente indio, los machos poseen en su cabeza un plumaje brillante que los vuelve inconfundibles), a la cotorra egregia (propia de Sudamérica), a la cotorra de Santa Marta (también conocida como periquito serrano, ave que vive en tierras colombianas), a la cotorra ninfa (cacatúa endémica del territorio australiano) y a la cotorra ojiblanca (bautizado asimismo como loro barranquero, muy común en Uruguay, Argentina y Venezuela), por citar algunas de las variedades más populares que demuestran la diversidad de las aves que integran el conjunto de las cotorras.