Los expertos en cuestiones informáticas definen como chip a una pieza diminuta basada en un circuito integrado que tiene la capacidad de permitir múltiples funciones en dispositivos electrónicos y computadoras (u ordenadores).
Estos componentes de teléfonos móviles, cámaras fotográficas, equipos informáticos, etc. pueden clasificarse de diferentes modos en función de sus particularidades y aplicaciones.
El chip o microchip subcutáneo, por ejemplo, es una cápsula especial de cristal de dimensiones similares a las de un grano de arroz que se aplica en animales como caballos, gatos y perros para permitir, mediante un código, la identificación de cada ejemplar.
El chip tridimensional o en 3D, asimismo, es una pieza fabricada con tecnología moderna que, entre otras ventajas, permite aplicarla en numerosos dispositivos, posee dimensiones reducidas pero un rendimiento óptimo superior al de los chips convencionales y una menor demanda de energía.
El chip RAM, por su parte, está vinculado a los antiguos ordenadores Commodore Amiga, donde se podía expandir su alcance con Fast RAM. También existen circuitos integrados que se diseñan con el propósito de permitir los sonidos, creados de manera analógica, señal digital o combinada: a estos elementos se los define como chips de sonido.
Distinto es el caso del denominado chip de ADN, tal como se define a una superficie donde se fija una serie de fragmentos de ADN. Las variedades al respecto incluyen chips de dos canales (en los cuales interviene un par de muestras biológicas diferentes), chips de ADN para genotipado y chips de oligonucleótidos de ADN (de canal único).