Aquellos que eligen mantenerse en forma a través de la gimnasia y competir en dicha disciplina en torneos locales y/o internacionales tienen varias modalidades para desarrollar. Una de ellas es la gimnasia artística, una especialidad que combina movimientos corporales con coreografías.
Esta opción deportiva se divide en gimnasia artística femenina (la cual incluye categorías como las de suelo, barras de equilibrio, aros, barras asimétricas y salto de potro) y masculina (alternativa que contempla caballo con aros, paralelas, anillos, suelo, barra fija y salto de potro).
Cabe destacar que las prácticas difieren según el género en ciertas cuestiones ya que, por ejemplo, las barras paralelas exigen una gran fuerza muscular en muñecas y hombros, razón por la cual se las suele reservar a los hombres por ser ellos más resistentes que las mujeres.
En este deporte olímpico hay competiciones individuales generales, finales individuales por aparatos y competiciones por equipos. En la primera de las modalidades mencionadas cada gimnasta debe mostrar su desempeño frente a cada aparato vinculado a la disciplina y gana quien haya logrado sumar el mayor puntaje.
En cambio, la final individual por aparato no es abarcativa como la anterior sino que consagra al mejor en cada uno de los dispositivos utilizados por los deportistas, mientras que la restante permite la participación de ocho equipos que, durante la ronda clasificatoria, hayan obtenido las calificaciones más sobresalientes.
Además de enriquecerse con el estilo artístico que acabamos de describir, la gimnasia contempla las variantes de gimnasia rítmica, acrobática, aeróbica, pasiva y gimnasia trampolín.