Los ambientes naturales son apenas una clase de ambiente que se reconoce a nivel general. Se trata de entornos que conservan su riqueza y apariencia original por no haber sido modificados ni condicionados por el accionar del ser humano o bien porque los factores o estímulos externos han provocado cambios pero con influencia mínima. Cuando el hombre interviene y transforma un paisaje casi en su totalidad, en cambio, se hace alusión a los ambientes artificiales.
Pero si de poner el foco de atención en las propiedades de los ambientes naturales se trata, encontraremos datos que ayudan a distinguir cada espacio natural según las particularidades que presente el terreno o bien la clase de explotación que se hace de él (es decir, si se lo aprovecha para la pesca, la ganadería, la minería, etc).
Hay, por describir los más representativos a nivel internacional, ambientes naturales desérticos (con fauna escasa, vegetación restringida, muy pocas o hasta inexistentes corrientes de agua), ambientes naturales altiplánicos (en ciertos países, entre ellos Bolivia y Chile, hay altiplanos con condiciones meteorológicas muy marcadas), ambientes naturales mediterráneos (con diferencias de temperatura y nivel de precipitaciones a lo largo de las diversas estaciones del año) y ambientes naturales patagónicos (amplias llanuras y condiciones propicias para las actividades ganaderas).
Al profundizar la búsqueda de información sobre los ambientes naturales que demuestran la riqueza y la diversidad de nuestro planeta también adquieren relevancia los ambientes naturales costeros (con áreas de playa próximas al océano), los ambientes naturales andinos y los ambientes naturales polares, por mencionar otros a modo de referencia.