A la hora de elegir qué prenda ponerse para ir a trabajar, salir de paseo, asistir a una fiesta o presenciar un evento, muchas mujeres se deciden por un vestido. Como la oferta es amplia y cubre todos los segmentos y las expectativas del mercado, existen numerosas alternativas a tener en cuenta.

Las madres que desean resaltar la femineidad de sus pequeñas hijas, por ejemplo, suelen embellecerlas con delicados vestidos infantiles, que pueden ser lisos o estampados, tener apliques, etc. Las celebraciones religiosas (como el Bautismo, la Comunión, etc) también son espacios que invitan a lucir vestidos desde edad temprana.

Las adolescentes, por su parte, tienen a disposición vestidos sin mangas, vestidos con manga corta, vestidos de manga larga, vestidos strapless y vestidos que dejan la espalda al descubierto, entre muchos otros modelos. Quienes celebran sus 15 años con una fiesta, además, suelen llevar un vestido a medida acorde a sus figuras y predilecciones estéticas.

Para el día de su boda, asimismo, toda mujer opta por un vestido de novia. Hay propuestas más clásicas que otras: todo depende del presupuesto de quien lo usará, su personalidad y sus preferencias en materia de moda. En este marco, se pueden distinguir vestidos de novia de aspecto romántico, otros que resultan sexys y modelos de estilo campestre.

Como los vestidos se diseñan para diferentes ocasiones, es posible analizar además alternativas de vestidos cortos, vestidos largos, vestidos antiguos, vestidos de alta costura, vestidos hindúes, vestidos de gala, etc… Como resulta evidente, la confección de vestidos es una actividad textil sin límites que brinda soluciones a toda clase de pedido, exigencia o necesidad.