El tema del transporte puede abordarse desde diversas perspectivas y segmentarse en múltiples categorías. Ya en otras oportunidades, como se advierte al repasar el archivo de este sitio, hicimos foco en el transporte terrestre y en el transporte marítimo: hoy, llega el momento de ofrecer información sobre el transporte aéreo.
Se trata del servicio comercial pensado para trasladar por aire tanto pasajeros (hay casos en los cuales, además de personas, se trasladan mascotas) como mercancías o cargas. Esta modalidad, según los expertos que la han analizado, ofrece mayor seguridad respecto a otros medios de transporte y rapidez, aunque tiene un límite en su capacidad de carga y costos de infraestructura más elevados.
Para llevar a cabo el transporte aéreo se utilizan no sólo diversas clases de aviones (aeronaves comerciales; aviones de carga que pueden ser pequeños, medianos o grandes, etc) sino también helicópteros, globos aerostáticos y hasta dirigibles.
Como las opciones son varias, se acostumbra dividir el transporte aéreo en dos grupos de acuerdo al diseño de la aeronave citada en cada oportunidad: se reconocen en este marco los aerodinos y los aerostatos. Los del primer conjunto mencionado, a su vez, se subdividen en aeronaves de ala fija (como el parapente, el planeador y el paramotor) y en aeronaves de alas giratorias (como el helicóptero). Los aerostatos, por su parte, pueden diferenciarse entre sí por ser aerostatos de gas o bien aerostatos de aire caliente. Es interesante mencionar además que existen aerostatos dirigibles (guiados y propulsados) pero también otros que no son dirigibles ya que avanzan de acuerdo a las corrientes de aire.