En el hemisferio norte (y en menor medida, en el hemisferio sur) existen áreas de condiciones climáticas subglaciales y subsuelos helados donde no hay vegetación arbórea pero sí se puede hallar líquenes, musgo y pantanos. A estas zonas se las conoce como tundra. Se pueden citar como ejemplos la tundra de las penínsulas de Yamal y Guida, la tundra de Rusia noroccidental y Nueva Zembla, etc.

Hoy, con la intención de proporcionarles material didáctico de interés sobre este bioma presente en Canadá, Siberia, Alaska, Argentina y Chile, entre otras regiones del mundo, vamos a hacer foco en las diversas clases de tundra que pueden llegar a reconocerse en función de las particularidades que exhiban.

La tundra ártica, por ejemplo, se localiza en Eurasia (en donde se observan durante la temporada estival diversas especies de animales migratorios) y América del Norte (área de clima duro, donde muy pocos seres vivos consiguen adaptarse y sobrevivir).

La tundra antártica, por su parte, es propia de áreas antárticas y de las islas subantárticas. Allí es posible divisar una interesante variedad de animales, entre los que se pueden mencionar a las familias de focas y de pingüinos.

Una tercera opción la constituye la tundra alpina, ubicada en zonas montañosas a grandes altitudes. A diferencia de la ya citada tundra ártica, la alpina posee suelos con buen drenaje aunque no varía el tipo de planta que crece en ellas.

Más allá de esta interpretación, resulta interesante destacar que el término aparece vinculado al universo musical ya que en 2004 se formó una banda de metal progresivo bautizada como “Suns of the Tundra”.