En muchos ámbitos y circunstancias se puede apelar al concepto de topo debido a las múltiples interpretaciones que posee esta palabra. Hoy, a fin de ayudarlos a refrescar conocimientos y permitirles descubrir usos específicos del término, detallaremos distintas categorías y haremos foco en varias clasificaciones que amplían el alcance de este vocablo.
En primer lugar, hay que decir que se señala como topo a un mamífero de pelaje negro, hocico filoso y tamaño similar al de un ratón. Son parte de esta familia el topo de nariz estrellada, el topo europeo y el topo ibérico, por mencionar algunos ejemplos.
Si profundizamos la búsqueda de información sobre animales también hallaremos como opciones al topo marsupial (familia que habita en el desierto de Australia), al topo dorado (mamífero placentario que, según los expertos, no es precisamente un topo pese a la denominación que recibe en español) y a la rata topo lampiña o desnuda (roedor de aspecto extraño que se localiza en Somalia, Etiopía y Kenia).
En Matemática, en cambio, se conoce como topos a una categoría específica que nace a partir de la teoría de topos impulsada con la Geometría algebraica. Hay topos de Grothendieck, topos elemental, etc.
Por otra parte, resulta interesante saber que se identifica como topo a los agentes secretos o encubiertos que se infiltran en una organización para obtener información.
De centrar la atención en el uso de esta noción en televisión, cine, medios de comunicación y literatura, asimismo, podremos conocer o recordar obras como “El topo” (título en español de la novela desarrollada por John Le Carré), la película “El topo” que dirigió en 1970 Alejandro Jodorowsky y al personaje infantil Topo Gigio (aunque, en realidad, se trata de un ratón).