A la hora de conjugar los verbos de una lengua flexiva se hace necesario conocer las estructuras y particularidades de los tiempos verbales. Sin tenerlos en cuenta, tendríamos problemas al expresarnos ya que no podríamos ubicar de manera adecuada el momento de la acción descripta. El resultado de no adaptar las palabras de una oración al tiempo verbal correspondiente sería una comunicación sin coherencia. Por ejemplo: si yo en este momento miro fotografías familiares, no es correcto que informe “Miré fotos de cuando era chica” o “Voy a mirar fotos…”. Lo adecuado sería “Estoy mirando fotos…” o “Ahora miro fotos”.
A fin de ofrecerles precisiones sobre las categorías contempladas como tiempos verbales, hoy en Tipos.com.mx hemos querido centrar la información en este conjunto fundamental a nivel gramatical.
Antes de pasar a enumerar las divisiones que nos permiten dar idea temporal de la acción (no es lo mismo decir “Bailo” que “He bailado”, “Bailaba mucho cuando era niña” o “Bailaré próximamente en un acto de la escuela”), resulta interesante recordar que no todos los idiomas se articulan del mismo modo frente a un cierto tiempo verbal. Hay, además, tiempos absolutos (centrados en el presente) y tiempos relativos (para marcar el pasado, la simultaneidad o el pasado de una acción en oraciones subordinadas).
De profundizar nuestros conocimientos al respecto, encontraremos las alternativas de tiempos del modo indicativo (que abarca a su vez las categorías de presente, numerosas modalidades de pretérito y los futuros perfecto e imperfecto) y descubriremos tiempos verbales dentro del modo subjuntivo (donde aparece el presente, el pretérito perfecto, el imperfecto y el pluscuamperfecto, así como los futuros perfecto e imperfecto).