Para jugar con los niños y mantenerlos entretenidos durante un buen tiempo, nada mejor que tener en cuenta a los títeres. Si ya hay esta clase de muñecos en el hogar, se los puede aprovechar para improvisar una obra de teatro, pero si no hay personajes ni relato se puede organizar un plan creativo para fabricar títeres en el hogar y narrar con ellos una historia.

De acuerdo a las posibilidades económicas, recursos materiales y preferencias artísticas de cada uno, se puede armar un show con títeres de guante, proponer un espectáculo con títeres javaneses (combinación de marionetas y los clásicos títeres de guante) o realizar títeres de sombra.

Asimismo, es posible llevar a cabo una obra (ya sea en el propio hogar como en una sala acondicionada para albergar a un gran número de espectadores) con marionetas, con títeres plásticos o con títeres que poseen mecanismos internos para desplazarse y tener movilidad, por citar otras alternativas. Los títeres de peana, los títeres de cachiporra, los denominados títeres mimados, los títeres digitales y los títeres bufones complementan al rubro y aportan variedad a la hora de pensar qué clase de títere utilizar para una obra.

De adoptar el desafío de crear nuestros propios títeres, podremos generar muñecos artesanales con materiales reciclados, tales como cartón, papel, botones viejos, pedazos de tela, hilos de colores, etc. Según las formas y tamaños, tendremos la opción de armar títeres para los dedos de nuestras manos o bien desarrollar estructuras más grandes para mover con algún palillo que permanezca oculto detrás de la escenografía.