Mucho se habla en Medicina, Botánica y Zoología acerca del concepto de sutura (palabra que halla su origen en el vocablo en latín sutūra), por eso en esta oportunidad hemos querido ofrecer información al respecto para que todos puedan comprender de manera sencilla qué es una sutura y qué clase de prácticas engloba esta noción.
En primer lugar, es interesante señalar que para los expertos en Botánica una sutura es una especie de cordón que se forma en un fruto y que marca la zona donde se unen o juntan las mitades o valvas. De modo similar, los especialistas en Zoología reservan el término para hacer alusión a la línea con apariencia de sierra que se hace visible en los puntos donde se unifican algunas estructuras óseas del cráneo. Los médicos, por otra parte, entienden a las suturas como las costuras quirúrgicas que permiten ensamblar y cerrar una herida.
Las suturas del cráneo, según se desprende de la teoría, son articulaciones de tipo fibroso que se localizan en el área de la cabeza. En este marco, se reconocen múltiples categorías, entre las que aparecen la sutura coronal, la sutura esfenofrontal, la sutura temporocigomática, la sutura frontocigomática, la sutura sagital, la sutura metópica y la sutura petroescamosa, entre muchas otras.
De centrar la atención en los puntos quirúrgicos, en cambio, adquirirán relevancia las opciones de suturas no absorbibles (cuyos puntos deben ser quitados días después de la intervención), las suturas reabsorbibles (aquellas que procesa el organismo ya que no pueden ser retiradas por el profesional), las suturas de papel, las suturas inteligentes y las suturas atraumáticas, por mencionar algunas a modo de referencia.