El concepto de soberanía es amplio y se aplica, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), a diversas cuestiones que resultan interesantes de conocer. Por un lado, refiere a la condición de soberano, así como también identifica al ejercicio de la autoridad máxima del poder público. Asimismo, el vocablo se aprovecha para hacer alusión a la alteza que no se puede superar a nivel inmaterial.
Cuando se habla de soberanía nacional, tal como se deduce de la realidad, se hace referencia al derecho que tiene toda sociedad para gobernarse a través de los representantes que elige y las instituciones constitucionales que la representan. En este marco también adquieren relevancia la idea de soberanía popular (que para algunos expertos es más amplia y abarca a todos los estratos sociales sin restricciones de ningún tipo) y la de soberanía parlamentaria (noción enmarcada en el Derecho Constitucional que rige en ciertas democracias de carácter parlamentario).
La expresión ‘soberanía individual’, en cambio, apunta a describir el derecho de cada persona a controlar tanto su estructura corporal como su vida en general, entendiendo que cada ser es propietario de uno mismo. La soberanía alimentaria, por otra parte, reconoce la facultad de toda comunidad para establecer políticas agrarias y alimenticias acordes a sus propósitos de seguridad, responsabilidad y desarrollo sostenible. Asimismo, se puede hacer foco en la soberanía del consumidor y comprender que se trata del poder y la libertad que poseen los consumidores para decidir qué adquirir y bajo qué condiciones, sin tener que condicionar sus compras.