El acto de rondar (es decir, de girar o dar vueltas alrededor de un objeto o cuestión) se conoce como ronda. Esta palabra, a su vez, refiere a las reuniones de gente que sale de noche a cantar y a generar música en la vía pública; al conjunto de seres que andan recorriendo una zona o lugar; a la serie de elementos y/o acciones que, de manera ordenada, se llevan a cabo durante un periodo específico; a los turnos que delimitan una partida dentro de un juego; al círculo que se puede formar cuando un grupo de individuos se organiza para jugar o concretar una acción determinada y a las diversas fases que se reconocen dentro de un torneo o competencia, por citar algunos de sus significados.

Ejemplos de uso de las acepciones descriptas en el párrafo anterior: “La temperatura ronda los 4 grados centígrados hoy”, “Hagamos otra ronda de café mientras terminamos de definir el asunto”, “En la próxima ronda, te gano”, “Formen una ronda bien grande para poder empezar el juego”, “El equipo quedó eliminado en primera ronda”.

Cabe resaltar que, más allá de los usos ya señalados, este concepto está muy presente en el ámbito militar, plano en el cual se reconocen diferentes tipos de rondas, como la ronda mayor, la ronda ordinaria y la ronda volante.

Hay, asimismo, lugares, calles y regiones bautizadas con este concepto (tal como se advierte frente a la Ronda Este de Granada y a la calle madrileña Ronda de Toledo) y una forma de cantar presentada como ‘ronda’ que está considerada como parte del folclore de muchos países.