Tipos de oxigenoterapia


Cuando un médico detecta en un ser vivo una cantidad de oxígeno insuficiente para el normal funcionamiento del organismo, diagnostica hipoxia. Este mal que, por lo general, se desarrolla a grandes alturas o durante una experiencia de buceo, se contrarresta con un tratamiento que recibe el nombre de oxigenoterapia.

Tal como se deduce de su denominación, se trata de una práctica de carácter terapéutico que se basa en administrar una dosis extra de oxígeno en relación al que se halla presente en el ambiente. Para esta clase de terapia, los expertos utilizan oxígeno en estado gaseoso.

La metodología para suministrar el oxígeno a pacientes con hipoxia no siempre es la misma, por eso resulta interesante conocer las diferencias entre las distintas modalidades de oxigenoterapia que existen hoy en día.

Según los especialistas, cuando se somete al individuo a una sesión de oxigenoterapia donde se le proporcionen diferentes concentraciones de oxígeno mediante una cánula nasal, una mascarilla o cualquier otro elemento que garantice la administración, la práctica se define como normobárica.

De administrarse una concentración de oxígeno al cien por ciento mientras la persona permanece dentro de una cámara hiperbárica en la cual la presión del oxígeno supera a la presión de la atmósfera, en cambio, se habla de una oxigenoterapia hiperbárica. Esta última alternativa, consideran muchos profesionales de la salud, puede ser un excelente complemento para tratamientos relacionados a cirugías vasculares, autismo, esclerosis múltiple, parálisis cerebrales y episodios súbitos de sordera, por citar algunos de los casos en los cuales se podrían apreciar los grandes beneficios de la oxigenoterapia.