Los expertos en Informática acostumbran llamar ‘periféricos’ a todos los elementos que se conectan a las unidades centrales de procesamiento que poseen los ordenadores. Con estos dispositivos que funcionan de manera independiente, los equipos pueden recibir datos, proyectarlos hacia el exterior (o darlos a conocer mediante distintas vías) y funcionar como fuente de comunicación con el usuario.
Para poder reconocerlos a grandes rasgos en función de sus características, los especialistas del sector informático han optado por agrupar a esta clase de piezas en tres conjuntos: el de los periféricos de entrada, los periféricos de salida y en un tercero que nuclea a los periféricos de entrada y de salida.
Con los periféricos de entrada, el usuario puede introducir datos en el equipo. Forman parte de este grupo los teclados, el mouse, la cámara web, el escáner y los micrófonos, por citar algunos ejemplos.
Con los denominados periféricos de salida como lo son las impresoras, los monitores y los auriculares, en cambio, se puede dar a conocer información ya procesada por la computadora.
Si brindan la posibilidad de ingresar y recibir información, por otra parte, son periféricos de entrada y salida. Como referencia, se pueden mencionar como parte de esta categoría a las grabadoras y lectoras de CD y/o DVD, y a las pantallas táctiles.
Cabe resaltar que, además de los mencionados en los párrafos anteriores, hay otros tipos de periféricos que, por ejemplo, permiten conservar datos (como los disquetes, las memorias USB y el disco duro) o posibilitan interacciones entre un mínimo de dos equipos informáticos, tal como lo permiten las tarjetas de red, los enrutadores y las tarjetas con tecnología Bluetooth.