Los pizarrones (también conocidos con el nombre de encerados o pizarras) son elementos muy aprovechados por docentes y alumnos ya que en ellos se puede escribir y borrar fácilmente cuantas veces uno quiera, algo que agiliza y hace más sencilla la enseñanza ya que en un breve periodo de tiempo se pueden plasmar allí conceptos y ejercicios relacionados a diferentes disciplinas.

La mayoría de estos pizarrones que se ubican sobre las paredes de un aula tiene grandes dimensiones y son de formato rectangular. Algunos tienen fondo negro, mientras que otros lucen una superficie verde. En ciertos lugares, además, existen pizarras de base blanca en las cuales se escribe con marcador (bolígrafo) y no con tiza, como ocurre con los demás.

Cabe resaltar que, como complemento de estas piezas, se han inventado también pizarrones más pequeños para que pudieran ser utilizados por niños de cualquier hogar en su propio hogar. Con ellos (de los cuales hay una amplia variedad de diseños, entre los cuales se pueden mencionar aquellos que reproducen las formas de un animal y los que están decorados con personajes infantiles sobre sus bordes), muchas generaciones de mujeres han jugado a la maestra.

Asimismo, resulta interesante saber que, en la actualidad, también existen las pizarras interactivas, un producto también denominado como pizarrón electrónico o pizarra digital que se vale de la tecnología para conectar una computadora con un proyector de video. Las órdenes pueden ejecutarse sobre estos equipos con un bolígrafo especial o bien reemplazar el tradicional mouse por el dedo humano.