La teoría permite saber que pato es una palabra con más de una acepción y orígenes diversos. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce en primer lugar al vocablo en singular como un prefijo que permite hablar de afecciones o dolencias (de ahí, por ejemplo, el concepto de patología o patógeno).
Claro que también incluye a la definición más popular, la cual presenta al pato como un animal del grupo de las aves que puede ser domesticado sin mayores inconvenientes, así como informa además que, en territorio argentino, pato es el nombre de un antiguo juego nacional de carácter ecuestre que desafiaba a los gauchos a mostrar sus habilidades físicas, su capacidad de resistencia y su fortaleza, y de una competencia entre equipos que consiste en la introducción de una pelota especial en un aro.
De investigar más al respecto por fuera de la RAE, es posible hallar alternativas como las de pato falso (tal como se identifica a un producto comestible a base de gluten pensado para vegetarianos), la localidad argentina El Pato (situada dentro del Partido bonaerense de Berazategui) y el pato ahumado con té (un plato típico de la gastronomía china).
Respecto a las variedades del pato entendido como animal, en cambio, se reconocen los patos de flojel, los patos negros, los patos reales, los patos gargantilla, los patos colorados, los patos de anteojos, los patos crestón, los patos brasileños, los patos de torrente y los patos silbadores, por citar sólo algunos a modo de referencia.