Tipos de lectura


Uno de los hábitos más saludables y entretenidos que puede adquirir el ser humano a lo largo de su vida es el de la lectura. Al reservar tiempo para el disfrute de libros, no sólo se puede combatir el aburrimiento sino que también se gana la posibilidad de cultivar la imaginación y de aprender nuevos conceptos.

Como se puede leer desde el prospecto de un medicamento y una partitura musical hasta una fórmula química y una enciclopedia, resulta interesante tener presente que, cuando se habla de lectura, se hace referencia por lo general a la asimilación del contenido de un libro de texto.

Para comprender lo que se lee y lograr que nadie se vea privado de la posibilidad de leer existen múltiples técnicas y formatos. Según los expertos, existen métodos convencionales y otros más novedosos para formar buenos lectores.

La lectura secuencial, la lectura intensiva y la lectura puntual, por ejemplo, apuntan a potenciar los niveles de comprensión y análisis por parte del lector, mientras que la lectura diagonal busca hacer foco en la velocidad de lectura. Con la modernidad y el avance de la tecnología, además, se incorporó la opción de lectura online o en línea, una alternativa que se utiliza para leer libros electrónicos y blogs, entre otros.

El braille, por su parte, es un sistema de bases táctiles que le permite a las personas no videntes utilizar las manos para leer y escribir, mientras que se conoce como lectura óptica al proceso que se lleva a cabo con, por ejemplo, los discos compactos para acumular datos para su posterior interpretación.