Todo ser humano, sin importar su edad, su condición social, su nacionalidad ni su género, posee objetivos en los distintos aspectos de su vida. Algunos de estos propósitos que impulsan a las personas son de realización inmediata, pero otros se trazan a largo plazo.

Ahora bien, ¿qué se entiende en concreto por objetivo? Al respecto, hay que destacar que el concepto puede ser utilizado en distintos ámbitos. De emplearse como sinónimo de proyecto, es una palabra que identifica al plan de alguien para destinar recursos y esfuerzos para conseguir determinado resultado.

En este sentido, se pueden citar a modo de ejemplo los objetivos laborales (como el de proponerse a uno mismo conseguir un trabajo mejor del que se tiene o hacer méritos para lograr un ascenso), los objetivos personales (como casarse y/o tener hijos) y los objetivos educativos (completar el colegio secundario, ingresar en la universidad, etc), entre otros.

En cambio, si se extienden los límites y se desea abarcar más significados con este término hay que consultar a la Real Academia Española (RAE) para descubrir, por ejemplo, que por objetivo se entiende a algo perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, independientemente de la manera de pensar o de sentir de cada individuo.

El objetivo puede ser también un blanco para ejercitarse en el tiro o cualquier otra superficie que recibe el impacto de un arma de fuego y, desde el plano de la óptica, un lente de los instrumentos ópticos que se ubica sobre la parte próxima al objeto.