El sueño de mucha gente es viajar por el mundo. Gran parte lo logra; el resto, lamentablemente, se limita a viajar con su imaginación porque su condición económica no le permite tal privilegio.
Entre quienes tienen la fortuna de disfrutar algún que otro viaje aparecen los viajeros que realizan viajes de negocios (por lo general, empresarios que se trasladan a territorio extranjero para sellar acuerdos, conseguir socios, etc) y los jóvenes que realizan viajes estudiantiles (los más comunes son aquellos que se llevan a cabo para celebrar el fin de un ciclo académico). Numerosas adolescentes, asimismo, optan por pedirle a su familia como regalo por sus primeros quince años de vida un viaje en vez de una fiesta.
Resulta interesante señalar que, según la cantidad de personas que participen de cada travesía, se podrá diferenciar entre viajes solitarios (se hacen sin compañía) y viajes grupales. De analizar el destino final, asimismo, será posible distinguir entre viajes por el territorio nacional y viajes internacionales. Los viajes espaciales son excepciones, pero también merecen ser tenidos en cuenta como muestra de la diversidad existente en materia de viajes.
El medio elegido para concretar el traslado, además, permite hacer referencia a los viajes en barco, los viajes en avión, los viajes en auto, etc.
Cuando hay motivaciones místicas o asociadas a la fe, por otra parte, se alude a los viajes religiosos o viajes espirituales; de perseguir un fin de beneficencia y de servicio, serán viajes solidarios.
Como resulta evidente, los viajes pueden ser enmarcados en diferentes categorías según la variable tenida en cuenta en cada ocasión.