No todos los trajes son formales ni son aptos para lucir, por ejemplo, en una reunión de trabajo o en una piscina… Hay un traje para cada ocasión y pensado para satisfacer las necesidades y exigencias de cada persona, por eso resulta interesante recordar algunas alternativas y conocer aquellas menos populares que diversifican a esta clase de producto textil.

Los más comunes son los trajes diseñados para hombres que se componen de chaqueta y pantalón y que se usan con corbata, cinturón y zapatos (de tonalidad variable ya que hay conjuntos en negro, blanco, gris, etc). Sin embargo, también es posible identificar otras alternativas que no en todos los casos son exclusivos del universo masculino.

Más allá de diferenciar entre trajes rectos y cruzados con dos o tres botones que pueden o no estar confeccionados a medida, según se deduce de la práctica, es posible reconocer a los trajes de noche que utilizan las mujeres para asistir a una gala y a los trajes de ceremonia entendidos como el uniforme de alguien con un cierto cargo o rango.

Los toreros y bailaores, por su parte, suelen verse con trajes cortos o con trajes de luces, mientras que en verano adquieren relevancia los trajes de baño entre aquellos que se refrescan en piscinas o en el mar.

Hay, asimismo, trajes típicos que reflejan la identidad o costumbre de un pueblo que, por lo general, constituye una minoría y está afincado en alguna zona rural. En México, por ejemplo, puede verse el traje de charro, así como en suelo argentino es tradicional el traje o vestimenta del gaucho.