Tipos de termocuplas


El concepto de termocupla se utiliza para identificar a un transductor también conocido como termopar que se utiliza para la medición de temperaturas a partir de las fuerzas electromotrices que surgen como consecuencia del calor en las soldaduras de un par de metales diferentes.

Estos dispositivos, disponibles en numerosas presentaciones y formatos, ofrecen un amplio campo de aplicación, ya que sirven para investigaciones médicas y a nivel industrial, por ejemplo. A nivel general, podemos distinguir entre termocuplas forradas, termocuplas intercambiables y sondas termocuplas ya sean para penetración o de inmersión y ambiente, pero al profundizar nuestros conocimientos sobre el tema salen a la luz alternativas específicas.

Saber el uso que se le dará en cada ocasión y asesorarse sobre las particularidades de cada opción resulta fundamental para tomar la decisión más conveniente. Es posible, por ejemplo, encontrar termocuplas de gran estabilidad y sensibilidad baja como los termopares tipo B, tipo R y tipo S pero se aconsejan en casos de temperaturas elevadas, tal como ocurre asimismo con el termopar tipo N que, a diferencia de los mencionados anteriormente, no requiere platino.

La termocupla tipo K, por su parte, ofrece una resistencia notoria frente a la oxidación y no exige una gran inversión de dinero, mientras que la termocupla tipo J sí se oxida con rapidez y es aconsejable para atmósferas reductoras, inertes o en vacío.

La termocupla tipo E, en tanto, es ideal para el entorno criogénico por su extraordinaria sensibilidad. Algo similar ocurre con el termopar tipo T que resiste ámbitos oxidantes, reductores y húmedos.