Para dominar el arte del dibujo y lograr bellas ilustraciones aunque sólo sea por hobby, es necesario conocer y aplicar ciertas técnicas, independientemente de la superficie elegida, el diseño a realizar y los materiales utilizados para tal fin. Si bien para conseguir reconocimiento como dibujante es fundamental tener un cierto talento artístico y destinar bastante tiempo a la actividad, no está de más tener presente los métodos de dibujo porque, tal vez, en un momento de aburrimiento uno los pueda llegar a usar y sorprender con el resultado logrado.

Uno puede optar, por ejemplo, por realizar trabajos artísticos (proceso algo extenso y complejo que se inicia con un apunte y un boceto y concluye tras las correcciones necesarias para llegar al resultado deseado), especializarse en dibujos geométricos (conseguidos a partir de gráficos planos) o aprender dibujo técnico, entre otras posibilidades que se tienen a disposición cuando se dibuja.

Una vez que se sabe qué clase de dibujo llevar a cabo, es necesario aplicar de modo correcto alguna técnica. En este marco, se puede optar por la modalidad de los sombreados cruzados, del croquis, del dibujo a mano alzada (es decir, sin buscar apoyo de la mano utilizada para desarrollar la obra) o de la caricatura, aunque el listado de opciones es mucho más extenso.

De buscar con mayor precisión propuestas para diversificar la actividad y generar, mediante el dibujo, múltiples creaciones de gran valor artístico, adquirirán relevancia las alternativas del rayismo, la perspectiva y el dibujo libre, así como las posibilidades de dibujar en blanco y negro o a color.